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MI CONDENA - por MIGUEL CASTELLÓ

MI CONDENA
(MIGUEL CASTELLÓ)
Tus manos ya no son hermosas, me asusta la extrema delgadez de tus dedos, a penas siento su peso sobre mi mano. Pero cuando recuerdo tus caricias me sonrojo.
Ya está cerca, lo siento.
La silueta de tu cuerpo sobre la cama dibuja la línea del horizonte entre la realidad y nosotros, entre la realidad y nuestros secretos, nuestras confidencias. Me acuesto a tu lado, intento refugiarme en ti. Tus brazos inertes ya no me abrazan, me siento desprotegido y se que pronto llegará. Aquí a tu lado ya no siento tu calor, y ahora que no me oyes me atrevo a responderte a esa pregunta que nunca contesté, ¡no te quiero compartida!
Te miro a la cara, tus ojos ya sin brillo, pero tus labios me sonríen. Tus labios me hablan sin moverse. ¡Vete!, ¡huye!, ¡aléjate de aquí, pronto llegará!, no te hago caso, debo aprovechar hasta el último recuerdo que pueda capturar, seguro que en el futuro estos instantes me salvarán de la desolación. Tu silencio la está llamando a voces, ya siento su presencia. Beso tus labios por última vez, tu frialdad me hiela el alma, es tu última palabra.
Está a mi espalda, saboreando su presa. Seré interrogado, seré juzgado y seré condenado. La soledad toma mi mano y me aleja de ti. Día a día cumplo mi condena y todo porque no tenía coartada.

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5 comentarios

  1. 1. Solidsteel dice:

    ¡Hola, Miguel!
    Estupenda forma, casi (no sé si pretendidamente) poética, de expresar ese último adiós y las sensaciones que nos evoca…
    En lo formal solo cambiaría algún signo de puntuación, como en: “¡Vete!, ¡huye!, ¡aléjate de aquí, pronto llegará!, no te hago caso, debo…”, donde yo cambiaría la esa coma tras la exclamación por un punto y seguido, así: “¡Vete!, ¡huye!, ¡aléjate de aquí, pronto llegará!. No te hago caso, debo…”, aunque la verdad es que pienso que es algo más mío, de cómo yo lo interpreto, que un error propiamente dicho…
    La verdad es que me ha encantado y me enternece… ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 01:30
  2. 2. Capitán Gilson dice:

    Hola Miguel,
    me gustó mucho, en poquísimo espacio cuentas una historia que va mucho más allá de lo que podemos leer, en el tiempo y en la información. Consigues que como lectores empaticemos con el protagonista a través del lirismo del estilo; y, visto el desenlace, al final nos sentimos mal con nosotros mismos por hacerlo.
    En el inicio, se te fue un “a penas” en lugar de “apenas”.

    Felicidades

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 18:37
  3. 3. kirjanik Maya dice:

    Hola, Miguel.

    Logras transmitir el desasosiego de tu protagonista, y aunque dejas mucho a la imaginación del lector, liberas pequeños detalles para hacer nuestro propio juicio.

    Me gustó tu propuesta.

    saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 04:03
  4. 4. Baxin dice:

    Me encantó la narración, pues permite que queden ideas inconclusas. Así el lector puede imaginar muchas posibilidades. Genera una desesperación al ver que el protagonista no huye. Creo que “se” lleva acento: “sé”. 🙂 😛

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 21:33
  5. 5. Ofelia Gómez dice:

    Buenas noches Miguel
    Nos dejas un relato corto, pero con muchas sugerencias.

    El protagonista sufre, aunque no siente remordimientos por lo que, según parece, ha hecho. Solo teme a la soledad, si bien él ha elegido su destino.

    Te marco unos pocos detalles:
    a penas (apenas) siento su peso sobre mi mano.
    Tus brazos inertes ya no me abrazan, me siento desprotegido y se (sé) que pronto llegará.

    Creo que el párrafo final podría quedar así:
    “Está a mi espalda, saboreando su presa. Seré interrogado, seré juzgado y seré condenado. La soledad toma mi mano y me aleja de ti.”

    “Día a día cumplo mi condena y todo porque no tenía coartada.” debería ir separada del resto. Toma todo esto solo como una opinión. Por lo demás, ha sigo un gusto leerte y espero seguir haciéndolo en próximas convocatorias.

    Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 03:12

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