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Inspiración - por Auxi Morata Alegre
La desesperación se apoderaba de la escritora; apenas tenía unos pocos días para terminar el maldito relato, cumplir con el estúpido reto pero no se le ocurría nada.
Azúcar, pensó, eso es lo que todo cerebro necesita.
Fue a la cocina, cogió un bote de helado y se lo comió entero, mientras esas tres palabras le recorrían la mente. Daga, ascensor dinosaurio. Era imposible hacer algo con ellas.
Ser escritora es ingrato, pensó; no te lee nadie, pensó; al final solo se publican novelas de amor malas.
Cerró el ordenador de un golpe.
Mañana más, pensó.
No había escrito nada.
Hola Auxi,
Me gustó la escena que nos pintas con tu relato, se percibe muy real. Y al final usas la manera menos forzada de incluir las palabras del reto.
Por otro lado, aunque no sé si fue intencional, me frenaban al leer los múltiples “pensó”, sobre todo tratándose de un microrrelato.
Saludos.
Hola, Auxi.
Coincido con Kein en el uso de los “pensó” y te sugiero revisar los tiempos verbales.
Por lo demás es un buen relato, me gusta.
Saludos.
Hola a los dos, gracias por vuestros comentarios!
Si creo que repito demasiado pensó pero también era parte de lo que quería, que se entendiera ese bucle en el que los/las escritores/as entramos a veces.
Intentaré devolveros los comentarios en cuanto pueda!
Muchas gracias!
Nos leemos!
Auxi, muy buena sátira y una excelente manera de salir del pesado reto.
Hola Auxi
Gracias por comentar mi relato!
Me gusta mucho la idea de la escritora bloqueada. Muy bueno.
Estoy de acuerdo con los comentarios con respecto a la repetición de “pensó”. También te recomendaría agregar una coma entre “ascensor” y “dinosaurio”.
Muy buen relato!
Saludos
Hola Auxi,
Me ha encantado tu mensaje de desesperación de la escritora, ante estos retos malditos que se nos ponen por delante para torturarnos.
Me gustaría pues ofrecerte una variación a tu texto que, basándose en la frustración de la escritora, concluye con una forma de final más feliz. Aquí lo tienes, por si fuera de tu agrado :
“La desesperación se apoderaba de la escritora. Apenas un día para terminar el maldito relato, cumplir con el estúpido reto, pero no se le ocurría nada. Daga, ascensor, dinosaurio, era imposible escribir algo basado en esas tres palabras. No había escrito nada.
Azúcar, pensó, es lo que se necesita. Fue a la cocina y se zampó entero un bote de helado de la marca El Brontosaurio Feliz.
Ser escritora es ingrato, pensó, no te lee nadie, al final solo se publican novelas de amor de lo más insulso. Cerró el ordenador de un golpe, abrió de nuevo la nevera y lo metió dentro.
De repente, el mejunje dinosáurico previamente englutido rindió su efecto orgásmico. Su piel se erizó como la de un lagarto. Miró hacia la nevera, la tomó por ascensor y se enamoró de él. Saltó sobre el mismo para liberarlo con una daga del hilo eléctrico que lo retenía y soñó que sucumbía de nuevo, abrazado a él, hasta lo más profundo del lodo terráqueo.”
He colado yo también algunos dinosaurios y ascensores al final de mi comentario al texto “18. El dinosaurio y el cavernícola”. Si se te antoja leerlos y aportar alguna mejora te estaría muy agradecido. Un abrazo y ¡a seguir practicando!
Hola Auxi
Por el atrevimiento de mi indice derecho ante la pantalla de mi móvil, aprecio en él, el texto numero 134 del mes y lo que leí me sacudió.
se puede llamar ingenio, o desesperación o simplemente culpar el hecho de no querer dejar de participar en el taller; yo, al igual que tu, en ese taller de abril del 2015 mandé una queja de mi falta de inspiración a la hora de escribir.
El taller fue el numero 25 y el texto debería de llevar por titulo “La maldición” y el reto opcional prohibía el uso de la letra “t”.
creo firmemente que ese reto cambio mi visión de escribir. Un escrito de 586 palabras sin una t me obligo a buscar nombres, verbos, adjetivos, preposiciones, y conjugares sin la letra prohibida.
El solo recordar ese reto me obliga a darte las gracias. Si os atrevés, solo escribe “r 25” en la barra de buscar y aparecerá en la pantalla la recopilación de textos de la escena 25 yo soy el numero 112.
Allí descubrirás la pasión y la tozudez que tu misma infundiste a tu micro relato.
Decirte que me gustó quedaría corto, simplemente me iluminó.
Mil gracias y un abrazo.
La escena está contextualizada por una realidad que compartimos. La descripción es extensa para un micro, pero compensa por el detalle. Sin embargo, el giro del final no tiene impacto y se hace intrascendente cuando se cambia por el opuesto, es decir, qué pasaría si hubiera escrito algo, o hubiera terminado un relato. Creo que ese ajuste en la visión, podría ayudarle a tu texto. Ni siquiera sé si me expresé bien: espero haber sido útil.
Hola a todos y a todas!
Intentaré devolveros el favor y comentar en todos vuestros textos, un poco de paciencia que estoy con los finales jajaja
Carlos, Mariela, muchas gracias, me alegro que os haya gustado!
Dalyoko, gracias por tu aportación! Muy curioso que menciones lo de meter el ordenador en la nevera, tengo una anécdota personal que un dia mi madre realmente lo hizo, me levanté a hacerme el desayuno y me encontré su iPad junto a los zumos jajajajjaja.
Hola Osvaldo, no sabes lo feliz que me hace leer tus palabras, muchísimas gracias!
Hola De Vuelto, si que te has explicado jajajaj pero precisamente en la intrascedentalidad era donde quería caer yo, en esa monotonía, ese dia tras dia de todos los escritores, tedioso e ingrato.
Muchísimas gracias!
Un beso! Nos leemos!