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Eloisa - por RominaR.
Llevaba semanas esperando poder verla. Su recuerdo le provocaba un sinnúmero de sensaciones. El asco la invadía desde sus entrañas, retorciendo sus tripas, generándole náuseas. La impotencia le anudaba las entrañas impidiéndole mantenerse erguida.
Finalmente, un interesante soborno le abrió las puertas del servicio de catering contratado para servir a los invitados del Eloisa, un barco de lujo listo para zarpar. La moza le dio su lugar y las indicaciones necesarias para que pudiese llevar a cabo sus actos.
Memorizó el protocolo, los nombres importantes, los rostros, las entradas y salidas, las posibles vías de escape, la mesa donde se ubicaría ella. Ella, la mujer cuya existencia la había marcado para siempre, desde siempre. Ella, Eloisa… como el barco.
Sus dotes de actriz le permitieron camuflarse entre el personal de servicio sin mucho esfuerzo de su parte. Sus movimientos seguros y meticulosos, medían cada paso de Eloisa. Nada al azar. Todo fríamente calculado, medido y estipulado. Cuenta regresiva.
Se acercó a la mesa principal, aprovechando el instante en el cual anticipó que Eloisa pediría un poco más de vino blanco. Conocía a la perfección sus gustos y marca favorita. La perfección del momento en que comenzó a servir el vino en la copa fue sublime.
Le sonrió. Observó el dije que colgaba en su cuello, que ya no era tenso como lo recordaba. Sus miradas se cruzaron. Las sensaciones, emociones y sentimientos a flor de piel, pero imperceptibles al ojo humano. Se dio la vuelta, se dirigió a la salida y saltó del barco.
Sin haber logrado cumplir con su cometido, con su propia profecía, creyendo que por la sola razón de creer en ella se convertiría en realidad. Desistiendo a esa fuerza que la impulsó, guiando su conducta hacía un resultado deseado, un resultado de profecía no autocumplida.
Comentarios (6):
Uxía de Avellaneda
20/04/2025 a las 00:10
Hola Romina, soy Uxía. Me estreno en el taller y éste es mi primer comentario. Pido disculpas de antemano por cualquier error involuntario y sin mala intención que pueda cometer por mi inexperiencia. Me ha gustado tu relato. Muy bien estructurado, de ágil lectura y dinámico.
El momento en el que sirve el vino me ha parecido magnífico, muy gráfico. Me ha encantado. Entiendo que es justo ahí cuando la profecía pierde su opción de hacerse real. Una mirada tan profunda que desnuda el alma, capaz de desintegrar los más oscuros propósitos.
Interpreto que quería matar a Eloísa y desiste, que huye del barco huyendo de sí misma.
Una lucha interna por desvelar. Un papel, el de asesina, que se niega a interpretar. Aguardo que mi interpretación se aproxime al mensaje que quieres transmitir. A mí me ha gustado la profundidad del personaje y su versatilidad. Un saludo.
María Jesús
20/04/2025 a las 16:01
Hola Romina: Has creado un relato muy intenso, muy bien llevado, creando tensión, expectación, acelerando el pulso a medida que avanza, trasportando al lector con la narradora, y haciéndole participe de su recorrido hasta llegar al momento en que no se atreve a hacer lo que se presentía.
Me ha encantado.
Un saludo.
Daniel Calleja
23/04/2025 a las 17:01
Un relato corto e intenso. Me ha gustado. Entiendo que el barco se llama igual que su presunta víctima. Un solo detalle. En esta parte “Conocía a la perfección sus gustos y marca favorita. La perfección del” creo que uno de los dos “perfección deberías cambiarlo. Tal vez podrías poner “Conocía muy bien sus gustos y marca favorita. La perfección del”.
El final me deja dudas. ¿El vino estaba envenenado y se lo sirvió igual? ¿Cómo pensaba matarla? Nos seguimos leyendo.
Romina
24/04/2025 a las 14:21
Daniel. Mil gracias por tu aporte! No me había percatado de ese detalle. Gracias
Romina
24/04/2025 a las 14:23
María Jesús, muchas gracias por tu comentario. Tus palabras son una caricia al alma.
Romina
24/04/2025 a las 14:25
Hola Uxía! Está es la segunda vez que participó de este espacio, así que comprendo tus sentimientos al realizar el primer comentario por aquí. Me costó mucho tomar la decisión de escribir y hacerlo público, así que para mí son muy importantes tus palabras. Gracias