13 de octubre de 2025
Querido Diario,
No sé si me estoy volviendo loca o si la falta de sueño por las preocupaciones me está pasando factura, pero el problema con el fantasma de mi departamento escaló a lo insoportable. Ya no se conforma con cambiar la hora de mis alarmas o con desordenar mi estante de ropas. Esta noche, cruzó la línea. Esta noche, usó mi cepillo de dientes.
Sé que suena increíble, pero a vos no te voy a mentir, la evidencia es irrefutable. Lo dejé impecable anoche y esta mañana estaba sospechosamente húmedo y con un gustito… a moho y olor de cementerio.
Decidí llamarlo “Chonchi” y, por lo que pude averiguar gracias a un viejo libro de historia de la ciudad, está llevando a cabo una venganza eterna contra los descendientes de los constructores de la costanera que cerca el río Paraná. Aparentemente, está a favor de la pesca de pirañas desde 1893. En realidad, creo que solo está aburrido.
Ahora bien, intenté el diálogo, intenté la ignorancia, e incluso intenté sobornarlo dejándole una fuente de tortas fritas (con tanto tiempo en este departamento supuse que le gustarían las masas como a nosotras), pero nada funciona. Hoy, la paciencia se me agotó.
Pasé toda la tarde diseñando un plan infalible. Un plan tan elaborado que va a dejar tu existencia de ultratumba tan desorganizada como mi cajón de medias cada vez que pierdo los pares.
El plan, tentativamente denominado "Operación Ambientador de Citronella y Cumbia villera", consta de tres pasos:
Paso 1: Saturación Sensorial. Voy a colocar ambientadores de citronella en cada rincón. Chonchi odia todo lo que tenga olor a limpio y aireado.
Paso 2: La Barrera Sónica. Voy a reproducir a todo volumen la discografía completa de un grupo de cumbia villera (aún no decido cuál, pero van a ser los de las letras más pegadizas) 24 horas al día. Su venganza de 132 años no va a poder competir con el "ritmo de los pibes”.
Paso 3: El Exilio. Voy a dejar estratégicamente colgada en el baño la ropa interior durante toda una semana. No lo sé, Diario, tengo la intuición de que un fantasma con principios no puede convivir con tanta falta de decoro, espero que lo tome como una afrenta a las buenas costumbres. Es mi última esperanza.
14 de octubre de 2025
Querido diario,
Las fases 2 y 3 no funcionaron, ahora Chonchi… ¡es mi DJ personal!
Ayer ejecuté el plan. La Fase 1 fue un éxito efímero. El departamento olía a repelente de insectos, y de repente, la citronella empezó a vibrar como si alguien estuviera golpeando un tambor invisible. Chonchi estaba molesto, lo sé.
Pero la Fase 2, la Barrera Sónica… ¡fue un desastre! Puse a todo volumen un "Grandes Éxitos" de cumbia villera, y a la hora de la siesta, cuando un fantasma debería estar descansando, Chonchi hizo un remix. Las luces del living empezaron a parpadear siguiendo el ritmo, y los cuadros se inclinaban y enderezaban con el meneo.
Y la Fase 3, la ropa interior… Simplemente no funcionó como afrenta. Hoy por la mañana encontré mis medias desparejas ¡ordenadas por color! Y sobre la montaña de ropa interior que dejé estratégicamente colgada, había una pequeña flor seca.
Ahora Chonchi y yo estamos sentados frente a la netbook, buscando un tutorial en YouTube sobre cómo hacer tortas fritas con aceite de coco. Nos anoté en el concurso de pesque y pague de pirañas, y Chonchi acaba de proyectar la imagen de una piraña sonriente sobre el televisor. Es su manera de decir "gracias".
El exilio queda suspendido. Parece que la única manera de convivir con un fantasma aburrido de 132 años es incluirlo en el plan. Ahora, si me disculpás, la "Operación Misión Imposible" es ahora la "Operación Mate, Cumbia y Tortas Fritas".