¿Qué tal llevas el proceso de creación de la novela? ¿Te gustan las propuestas que hemos visto hasta ahora? Espero que sí, porque este capítulo nos mete ya de lleno en la historia: vamos a comenzar a dar forma a los dos personajes principales: el protagonista y el antagonista.
Toda historia, toda novela, guión, cuento, obra de teatro… tienen al menos una cosa en común: un personaje protagonista. Después de todo ¿qué es una historia sino «algo» que le sucede a «alguien»? En los cuentos o relatos cortos, ese «alguien» no es tan importante. No tenemos que desarrollarlo, ni necesita una evolución ni un pasado. Muchas veces, ni siquiera necesitamos saber cómo es su carácter. En el cuento, el/la protagonista nos representa a todos. Es un símbolo, una metáfora. Es el ser humano ante una circunstancia extraordinaria y lo verdaderamente importante no es a quién, sino qué sucede.
La novela, en cambio, tiene otros mecanismos. En ella los personajes son el elemento principal. Nos importa tanto el «qué ocurre» como el «a quién le ocurre» y, en muchos casos, el conflicto de la historia se esconde dentro del propio protagonista. Su evolución, su aprendizaje, son lo que nos atrapa durante la lectura. Por eso, cuando queremos crear una novela, tenemos que trabajar mucho los personajes principales, y eso es lo que vamos a ver a continuación, como siempre, paso a paso y empezando por el protagonista.