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Bastante normal - por M. H. Heels
Web: http://mhheels.wordpress.com
—Hace tiempo conocí a un hada —dijo sin darle importancia, como si se conociesen hadas a diario— y no era para tanto. Ni guapa ni fea, bastante normalucha, aunque quizás fuera por aquella nariz aguileña. Tenía unas alitas finas, como las de los mosquitos de las noches de verano, y al revolotear le encrespaban el pelo. Y tenía también una voz aguda y chirriante que resultaba muy molesta. En realidad, era bastante decepcionante para ser un hada.
—Tú tampoco eres gran cosa. De hecho, eres bastante normal.
—Pero tengo un reloj que marca siempre la hora exacta —replicó el conejo.
Buen giro final, inesperado. Me ha recordado el cuento de Alicia en el país de las maravillas.
Hola Heels.
Una completa locura, con una narración impecable. Tu si que le tienes bien cogido el pulso a los microrelatos. Tendrás que hablarme de que estás haciendo para pillar práctica.
Nos leemos.
Una completa locura, tu lo has dicho (y yo no habría podido definirlo mejor).
¿El truco de los micro relatos? Que te puedes dejar llevar por la locura, no tienes que crear personajes, situaciones ni mundos.
Muestra tu locura 😉
Yo lo defino como una encantadora genialidad, un regalo de fantasía que alegra el ánimo al terminar su lectura.
Me ha gustado mucho, has elegido con precisión las palabras adecuadas y la extension del micro.
Te felicito.
Un abrazo
Me ha gustado mucho Heels. Gracias por tu comentario. Saludos!!!
Sin duda haces buen uso del recurso de aprovechar las referencias conocidas, el conejo me llevo instantáneamente a otro mundo. Buen trabajo
Muy bueno, nos sacas de lo cotidiano y nos enfrentas a otro mundo en el que todo puede suceder, o al menos es lo que me haces creer. Muy original, enhorabuena por salirte de la norma.
Un saludo.
Tener un reloj que marque la hora, ciertamente debería sorprendernos, pero siempre queremos ver hadas. Me gustó, sigue adelante.
Si no fuera por la frase final que nos desvela al conejo blanco de Alicia, el micro no tendría sentido, y eso convierte este trabajo en algo perfecto.
Enhorabuena.
Hola! Me parece fantástico. Qué gran personaje ese conejo,jeje
Felicidades
Redondo, perfecto me imaginaba el diálogo de un par de niños que hacían gala de lo que tenían, pero si desdeñas un hada tienes que tener algo mejor, y que los demás no lo tengan.
Hasta lo veo sacando el reloj del bolsillo suspendido por la leontina.
Me gusta mucho.
Te estaré leyendo.
¡Impecable! Sin duda, uno de los mejores.
Me quedo con tu nombre 😉
¡Buen trabajo!
Un saludo.
Genial Alicia!! jajaja Veo que le has cogido vicio a los “micro” estas a tope con ellos en el blog! 😉
Excelente giro al final. Totalmente de acuerdo con Paola. No me esperaba que fuera un conejo el que estuviera hablando.
Saludos y muchas gracias.
Me quede corto… muchas gracias por tan excelente micro relato.
Muy divertido. Felicidades.
Hola! He subido la 1ª versión de mi micro, por si quieres pasarte:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-23/2790#comment-26006
Un saludo!
Qué lindo escribes!!! Me encantó, felicidades!! 😀
Precioso relato. Inocencia, juego , niñez , fantasía…Todo confluyó en mi mente al leerlo.Felicitaciones.
Te invito a comentar # 108
Una historia fantástica. También quisiera saber de qué va el otro interlocutor. Te invito a dejar tus comentados en el #56!
No digo m’as, porque ya llego tarde; me hago eco de todos los comentarios. Felicitaciones
Hola M.H.
Te luciste con la descripción de hada, hecha por un conejo que valora la precisión del reloj .
Tan hermoso, y divertido que me ha compuesto la tarde y dejado con ganas de más.
Has hecho una oda a la inocencia.
¡Enhorabuena! Y que las musas te acompañen este mes.
Te invito a visitar Encuentro Furtivo (#131) @
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-23/2830
Me ha gustado mucho. Es un relato muy claro, bien escrito y con una situación que ubica de forma muy rápida en su giro.
Felicidades
Me habría encantado seguir leyéndolo. La conversación de por sí ya es encantadora, pero ese giro final es una delicia.
Enhorabuena 🙂
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( . .)
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Concuerdo que fue un micro muy dulce, cuando descubrí que era el conejito blanco. Soy horrorosamente visual, y mentalmente me tenia a un tipo bastante pálido charlando con una mujer castaña. Y ¡Powww!sí, creo que “miré” ese rótulo flotando y desvaneciendose para hacer un giro de 180° y detrás de esa nube de gas, aparecer un hermoso conejo blanco de sombrero, hablando con un gato de aspecto siniestro que no dejaba de sonreirle, mientras el conejo le mostraba su reloj y le decía: “Es que es suizo”.
Me encantó, gracias por hacerme soñar. Adoro esa parte de la inspiración.