Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
La mañana inesperada - por Dianet
Web: https://unviajeacualquierparte.wordpress.com
Cuando el mundo está a punto de acabarse es cuando piensas en lo que realmente te empuja a vivir. Imagina que te ves en un acantilado a punto de caer y algo dentro de ti te dice —no caigas, aguanta, lucha con todas tus fuerzas. No permitas que tu mente te juegue una mala pasada.
En ese momento estás confuso, lleno de preguntas sin respuesta. Entonces, es cuando te sucede algo inesperado que te da alas para volar por ese acantilado y llegar a salvo y libre al otro lado. Donde empiezas de cero, con una ilusión que hallabas perdida.
Me llamo Eduardo y tengo veintiocho años, soy licenciado en relaciones públicas. Tuve un buen trabajo y buenos compañeros. Siempre fui un buen trabajador y muy servicial. Mis padres han tenido siete hijos, todos casados, menos yo. Soy el pequeño de todos y nunca he tenido la posibilidad de enamorarme. Pasé cinco años estudiando al cien por cien la carrera. Logré graduarme y con suerte enseguida me puse a trabajar. Llevaba tres años en la misma empresa hasta que dejé de ir, sin dar ningún motivo.
Voy a contarte una historia querido lector, una experiencia que viví hace unos años cuando mi mundo estaba hecho polvo, cuando iba a dejarme caer. Conocí un ser mágico que llenó de ilusión mi corazón vacío. Con un abrir y cerrar de ojos hizo cambiarlo todo.
Era una tarde de principios de primavera. Tuve una cita con un especialista en una de las clínicas más prestigiosas de Madrid. Llevaba un mes yendo a hacerme un sin fin de pruebas. Todo porque un día empecé a encontrarme mal. Con dolores muy fuertes de cabeza, sin saber por qué. Hasta ese día de la consulta, en que aquel médico desplegó el papel y dos palabras bastaron para destruir mi vida por completo. La voz de aquel señor retumbaba en mi cabeza, como unas cuantas olas en un mar furioso por una tempestad.
Al salir del hospital, estaba hecho un caos. Todo a mi alrededor daba vueltas y la información que acababa de darme, era un terremoto en mi cuerpo. ¡Estaba enfermo y no tenía cura! El volcán que se aloja en mi cerebro había empezado a estallar. Solo me quedaba tres meses de vida. Da igual que hiciera quimioterapia. ¡Demasiado avanzado se veía!
Después de esa pésima noticia ya no fui el mismo. Marché a mi casa y me encerré en ella. Quise olvidar a mi familia, a mis amigos, hasta los vecinos de mi barrio, siempre tenían un saludo para mí. Me convertí en un don nadie. Un ermitaño en mi propio mundo de ignorancia. Dejé de pagar la luz y la cortaron. No me importó, usaba velas. La comida me daba igual un pedazo de pan y agua, bastaba para esperar la muerte. Tiré por el balcón el teléfono móvil, estalló en pedazos. Cerré todas las ventanas, para que ni siquiera la luz del día entrara. Mi familia se preguntaba qué me habría pasado. Yo sabía que de la noche a la mañana era otra persona. Nada tenía un significado para mí.
Un mes y medio pasé sin salir de casa, sin abrirle la puerta a nadie, ni siquiera a mis padres. Fue cuando mi vida iba a retomar un nuevo comienzo. Ese día había despertado todo dolorido, mi cama se encontraba llena de medicamentos para el dolor. Intentaba recostarme porque mis ánimos para levantarme eran muy escasos. Escuché una puerta abrirse y todo la casa se iluminó. Entraba mi padre con pasos muy largos a socorrerme, detrás de él, mi madre llorando.
Habían ido a hablar con el especialista que me estuvo haciendo pruebas. Les contó lo de mi tumor y ellos se echaron a llorar. Mi madre hasta se desmayó. ¡Su hijo enfermo, sin remedio alguno! No podían creérselo. Les explicó que podía asistir a las consultas de quimioterapia, aunque no aseguraban nada a corto plazo.
«Si os sirve de algo mi consejo id y sacarlo de su encierro y llevarlo lejos de esta ciudad, a un campo, donde pueda respirar aire puro y estar en contacto con la naturaleza». —Fueron las palabras del médico.
Mis padres salieron de allí con una idea y no iban a parar hasta conseguirla.
¡Hola!Me gusta la manera de describir, se nota la profunda tristeza de Eduardo, y también dejas intriga para seguir leyendo (y con eso cumpliste bien el objetivo del mes). Me pregunto que tenes guardado para salvar al personaje.
En cuanto a correcciones, no noté nada raro o mal escrito.
Saludos
Hola Dianet!manejas muy bien la parte descriptiva y retratas la desesperación del personaje sin exageraciones. Me ha causado un poco de curiosidad eso de “Llevaba tres años en la misma empresa hasta que dejé de ir, sin dar ningún motivo.” no se, no me casa esa conducta con la de un personaje que ha llevado una vida tan recta y tradicional. Con respecto al reto, se cumple al crearse expectativa sobre que ocurrirá luego con los padres. Espero leer mas de ti luego, ¡Exito!
Dianet, me ha gustado mucho tu relato, aunque es un poco triste, está a mi modo de ver muy bien llevado , bien escrito, las descripciones muy buenas y el giro lo has logrado muy bien. Espero volver a leerte. Un saludo
¡Hola Dianet!
Sin duda, una de las peores situaciones en las que pueda verse un ser humano, yo si comprendo que en una situación así una persona pueda derrumbarse de esa forma.Lo has expresado muy bien y muy fluido.
Me he quedado con la curiosidad de cual era el ser mágico al que te referías, así que imagino que has conseguido el reto de este mes, ¡espero ver como continua!
Hola!
El texto, en general, se ve bien escrito. El ritmo es pausado y acorde con la historia, el narrador da la información justa y necesaria para que se comprenda lo que pasa, y, como dice Saldivia, la desesperación de Eduardo está bien retratada. Sin embargo, no estoy de acuerdo con lo que dice de la empresa, dado que pocas líneas después hay una explicación coherente de los motivos que hicieron que Eduardo dejara de ir a trabajar de un día para el otro.
Gracias por comentar mi texto!
Saludos Dianet, antes que nada gracias por pasar a leerme y tus comentarios tan gentiles.
Seré sincera, me ha gustado la historia pese a que se trate de un “deshauciado”, no sé en que seguiría la historia, si es que se enamora, o conoce a un ser “mágico” que lo sanó (porque nos relata que que eso pasó “hace años”)o se lo lleva a otro mundo… Ve tú a saber que puede seguir. Coincido con la buena descripción del personaje, y para quien se siente sin esperanza, su conducta no es reprochable, es muy natural una tremenda depresión.
Sin embargo, hay una piedrita que pulir. Y si he notado algunas cosillas, que te detallo para que si te place las consideres, porque creo que son más de estilo que “errores ortográficos”.
Al inicio usas un guión largo para detallar un pensamiento o un dicho. Has usado el estilo narrativo (creo que la mayoría lo hicimos para saltarnos los diálogos) por lo que ese guión esta mal aplicado, debería ser “” o «», porque es algo que le fue dicho o que pensaba.
*Hay dos palabras que son fóneticamente parecidas: alcantilado/lado.
*Noté la falta de un conductor en: mis vecinos, (que) siempre tenían un saludo para mí.
*La frase: todo dolido/medicamentos para el dolor, me parece más adecuado usar “analgésicos”, asi evitas dos palabras similares.
*Ese último guión largo, no entra como un guion narrativo, porque todo el texto lo es, creo que es mejor usar simples y llanas comas.
De ahí todo me parece bien a las lecturas dadas. Veremos si otro tiene un ojo más escudriñador que el mío.
Me indicaron que yo no cumplí con el “handcliffer”, sino que la misma historia es la que crea el enganche; así que no sé si la tuya es similar a la mía en cuanto a eso; pero que si te quedas con la inquietud de saber “cómo se cura”, y quien ese ese ser mágico… el anzuelo fue lanzado y lo hemos pescado. 🙂
¡Nos leemos!
Hola Dianet, a mi me gustó mucho tu relato y me atrapó, tanto que recién a la mitad de la primera lectura empecé a prestar atención por si encontraba algo que resaltar. Es de una lectura fácil y fluida. No puedo marcarte nada que ya no haya dicho KMarce en el comentario anterior.
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-32/5069
Hola Dianet:
Un comienzo dramático con buenas descripciones en ese sentido, aunque quizá me parezcan demasiadas.
Además de los “apuntes” de K.marce, creo que para que el texto tenga una mejor lectura sobra algún punto y sobre todo, alguna coma.
No está marcado tu texto como participante en el reto, pero tú final deja claro que ha de continuar y al parecer, con la intervención importante y crucial de los padres.
Buen trabajo, seguimos leyéndonos.
Saluditos.
hola Dianet
Se lee bien y no se aprecian errores importantes. Lo que yo evitaría es poner el verbo ser con un adverbio: es cuando o es donde sustituyendo por es el momento en que o es el lugar en el cual…
Si me permites yo te aconsejaría cambiar el párrafo en el cual él se presenta. Si algún ser mágico o el amor consigue hacerle ver las cosas de otra forma y nos lo quiere contar, no pierde el tiempo en darnos informaciones de su vida familiar, son tantas las emociones que se agolpan en su interior que no haría más que hablar de ellas. No se si me explico, yo pondría más sentimiento y menos información, le ha pasado algo muy grande, algo que le ha hecho cambiar por completo y quiere compartirlo con nosotros, ponte en su lugar y dime: nos contarías que eres el menor de siete hermanos?
Espero haberte ayudado.
Nos leemos
Hola Dianet.
Inicias el relato con una gran verdad y de inmediato uno engancha en la lectura como una historia creíble. Quién de una u otra forma no ha pasado por un estado de ánimo semejante (aunque no sea el caso del protagonista).
Los que más de una vez hemos cruzado un hospital como enfermo o visitante, entiende la atmosfera que has creado.
Tengo la misma duda de un compañero: cómo seguirá la historia o como la manejarás para no caer en el sentimentalismo o en algo poco creíble. Bueno tú ya debes tener un plan, por ahora todo está bien.
Te hago unos alcances que desde mi punto de vista podrían analizarse más:
1. “Mis padres han tenido siete hijos”. Creo que debiera decir “tuvieron siete hijos”. Tiempo pasado.
2. “Llevaba un mes yendo a hacerme un sin fin de pruebas”. No será “ un sinfín de exámenes”
3. “Solo me quedaba tres meses de vida. Cambiar forma verbal “quedaba por quedaban”.
4. “hasta los vecinos de mi barrio, siempre tenían un saludo para mí”. Coincido con un compañero, esta frase debe empezar con un “que”.
5. “Mi madre hasta se desmayó”. La preposición “hasta” estaría demás.
Hasta aquí mis breves alcances para que le des una vuelta.
Espero que avises si los avances de esta historia la cuelgas en la web
Por ahora te deseo suerte y seguiré leyendo tus relatos
Saludos
Gracias a todos por comentar mi primer capítulo y por darme muy buenos consejos que siempre aplico en mis relatos.
Si os apetece leer el segundo esta puesto en mi blog y estoy corrigiendo los demás para publicarlos.
La historia parece que tiene que ver con el protagonista y sus padres, pero para nada será así. Es una historia de amor y fantasía donde en el capítulo cuatro aparecerá la protagonista…
Un enorme saludo para todos, nos leemos!!!
Hola Dianet.
Reconozco que es una historia triste, pero el elemento “mágico” que comentas le da cierta esperanza al leerla.
Poco queda que decirte sobre ese texto, me ha parecido muy entretenido y con la sensación de que quedan muchas cosas por contar en el camino que si escribes la continuación quedarán desveladas.
Interesante lo de que el protagonista aún no ha salido. Lo considero muy original.
Ha sido un placer leerte. Un saludo
Hola Dianet.
Un relato interesante y bien escrito. Sobre la forma, creo que ya se han hecho muy buenos comentarios, pero me gustaría hacerte uno sobre el contenido. En el texto se explica el detonante de la historia (su enfermedad) pero no se cuenta mucho más. Es tan solo una opinión, pero lo que me invita a seguir leyendo es la ignorancia y no la curiosidad. Quiero saber que pasa porque aún no se nada. Sin embargo, si ocurriesen cosas en esta primera parte que me creasen curiosidad creo que el texto ganaría fuerza.
Para explicarme mejor, sería la diferencia entre escribir “me quedaban tres meses de vida” donde todo está desvelado y solo quiero saber el futuro (porque lo desconozco) y decir “hace diez años, el médico me dijo que me quedaban tres meses de vida”. En este último caso, a mí particularmente, me crea curiosidad aunque ya se el desenlace (él no muere) porque me plantea preguntas: ¿Por qué no muere? ¿Se ha equivocado el médico? ¿Es un plan para estafar al seguro? ¿Confundieron los resultados? ¿El que muere es otro? … Claro que todo depende de la intención del escritor.
No me tomes al pie de la letra porque aún se muy poco. Espero que te sirva.