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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LA SILLA ASESINA (INFORME BENSON). - por PEPE ILLARGUIA

Web: http://vientobarrofuego.blogspot.com

Quien haya oído hablar de “la bota tártara” tendrá una idea aproximada del maléfico invento del siglo XXIII: la silla asesina. Pensada en principio para mejorar la movilidad de las personas necesitadas, se diseñó para salvar obstáculos, como silla de ruedas convencional, subir escaleras, o cruzar ríos en caso de inundaciones.
La silla era alta, liviana, fabricada en “acerinio”, una aleación de acero, iridio y aluminio; su asiento de terciopelo y seda, era mullido y cómodo, y sus apoyabrazos desplegables lacados en maderas nobles. Entre sus funciones auxiliares, contaba la de darle el puré al anciano o el biberón al niño. La silla a través de su ojo, un visor-proyector situado en lo alto del respaldo, emitía un programa de entretenimiento a base de hologramas musicales y concursos de moda. Las labores propias de limpieza del hogar: fregar, barrer, planchar, incluso cocinar, consideradas manualidades impropias, estaban al cuidado de un Autómata General.
Se podía manejar con un mando multifuncional, con botones de adelante, atrás, arriba y abajo, o bien, manipulando el panel instalado en su respaldo, dentro del logotipo RW (la multinacional de Ryder Wolf, el magnate precursor de los viajes en el tiempo). Y todo por un precio módico: 52.000 Ry (moneda única instaurada en todo el planeta por Industrias RW), equivalente a dos sueldos medios mensuales de cualquier empleado gubernamental, incluyendo un curso de adiestramiento.
Las unidades vendidas, después de una promoción gratuita en programas concurso de televisión, alcanzó la cifra de 28.500 unidades el primer año. Los precios de las sillas disminuyeron ante la demanda y al final había en circulación más de un millón de estos artefactos.
En un principio fue bautizada “silla Wells”, en honor al gran escritor de ciencia ficción. Desgraciadamente, a su inventor, el profesor Agnus Klein, se le olvidó insertar en su programa de memoria las tres leyes de la robótica, porque “no somos una institución filantrópica”, aseguró.
El aviso de alerta lo dieron de forma simultánea los Servicios Sociales y las Asociaciones Vecinales. Cada vez había menos niños y ancianos, los cuales morían con una frecuencia inaudita, por fallos de corazón, o por asfixia. Las cámaras de vigilancia no captaban ningún asesinato, parecía que la silla autómata tuviera un sexto sentido y no actuaba si estaba siendo observada.
La investigación pasó a manos de la policía del tiempo, cuyos inspectores pudieron parametrizar los segmentos temporales para comprobar en el mismo momento la forma en la que ocurrían las muertes.
En algunos casos, la silla rodeaba con sus apoyabrazos al sujeto sentado; con el izquierdo inmovilizaba los brazos y, mientras tanto, con el derecho, cerraba los orificios bucales y nasales provocando la muerte por ahogamiento; en otros casos se comprobaba cómo la silla asesina atontaba a la pobre víctima con una pequeña descarga, presionándole el pecho y provocando la parada cardíaca.
Los agentes no actuaron corrigiendo el pasado, como era lógico, pues eso podía dañar el futuro irreversiblemente, pero informaron a sus superiores y se paralizó la producción de todas las unidades. Para acabar con la plaga, al principio fueron localizadas por informaciones de boca en boca evitando que las sillas ofrecieran resistencia, ya que disponían de un programa altamente intuitivo y eran capaces de esconderse y actuar por su cuenta, individualmente o en grupo, acechando en la sombra, por las esquinas de los edificios o en los descampados.
Rebautizadas finalmente, por el pueblo, como sillas “Frankleinstein”, fueron cazadas y exterminadas, y a cada una de ellas se le fue desconectando el chip, sustrayendo sus placas bases y, en su mayoría, llevadas al horno de la Zona Cero, quedando apenas unas docenas, algunas como adorno para solaz de algún maníaco, previo pago de una suma monumental, o como objetos de museo del horror. Las pocas que quedaron terminaron siendo unas sillas vulgares donde ya nadie se sentaba a descansar.
Hay quien asegura que un par de sillas lograron escapar del crematorio general y pueden, incluso, haber viajado al pasado siglo, por lo que si algún habitante ve una de estas sillas ante la puerta de su casa y le dice con su dulce voz metálica: “Soy Wells, tu silla favorita, quiero ser tu amiga”, solicitamos que observe con atención si tiene sus patas chamuscadas, y acto seguido recomendamos que atranque la puerta y se ponga en contacto, a través del teléfono del tiempo, con la Comisaría Central de Industrias RW, identificando correctamente sus coordenadas espacio-temporales.

(Recordamos que cualquier broma de mal gusto puede ser sancionada con privación de libertad.)

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25 comentarios

  1. 1. Juana Medina dice:

    ¡Genial, Pepe!
    Ya debes aburrirte de mis comentarios compañero, pero realmente me encantan tus historias y te busco ni bien llega la recopilación del mes, porque sé que lo voy a disfrutar. En este caso de pie, por si acaso… Por cómodas que sean, nunca se sabe. Y un lindo homenaje a Wells.
    Un abrazo

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:23
  2. Gracias Juana, a mí también me pasa, estoy pensando seriamente comer al estilo romano, reclinado en un catre por falta de confianza en esas sillas modernas.
    Un abrazo.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:35
  3. 3. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    hola Pepe, Juana fue escueta en su expresión inicial pero acertada como saeta dirigida al centro de los semicírculos de una competencia entre arqueros. (bullseye)

    Cuando primero leí las ventajas de esta silla de ruedas ultra moderna pensé que hubiese sido ideal para mi rehabilitación. Pero después, al recordar el titulo del texto me dije “no gracias”.

    Nada mas por cuestiones de armonía mesurada de lectura yo pondría “presionándole el pecho y provocando el abandono cardíaco”.

    Mil felicitaciones

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 02:40
  4. 4. Juan Nadie dice:

    Me gusta el ambiente que refleja esta historia. Por un lado nos introduce al ambiente de un ¨gabinete de curiosidades¨ del XIX. La mención de Wells y de los viajes en el tiempo refuerzan el efecto.
    Por otro lado tengo ciertas dudas sobre los viajes en el tiempo.
    Fue un placer leerlo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 11:42
  5. Gracias Osvaldo, espero que esa rehabilitación vaya por buen camino, sin necesidad de esta silla, que bien pensado podría haber sido una silla voladora, porque en un apuro de inundación poco podría hacer. Por mi parte, te diré que después de un accidente de circulación estuve 100 días así, y en esa situación me dio tiempo a escribir un guión de cine que terminó siendo una novela “Arkano XIII, el asesino del tarot”.
    En cuanto a tu aportación, no deja de ser poética, pero como dice el buen Thornton Wilder no se puede estar a la vez intrigado y contento, es decir, el tono de boletín informativo del relato no da pie para la belleza.
    Un saludo, hermano.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 17:34
  6. Hola Juan, bienvenido a esta pequeña incursión en el mundo de los viajes temporales, no sé porqué tienes ciertas dudas (si son dudas no son ciertas y viceversa), yo las tengo todas, y Stephen Hawking entre otros muchos científicos, pero para aprender a andar antes hay que gatear, y por lo tanto hay que atreverse a dar los primeros pasos por estos mundos distópicos, donde los Asimov, Bradbury, Crichton…(perdón me está saliendo el orden alfabético), nos han dejado maravillosos ejemplos. Esta silla asesina está un poco inspirada en la película “Yo robot”, con esa pira final en la que se acaba con los ingenios positrónicos.
    Un saludo compañero.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 17:46
  7. 8. amparo rouanet moscardó dice:

    Hola Pepe, hasta ahora no había tenido el gusto de leerte.Genial, me ha encantado tu relato. Siempre es enriquecedor leer cosas así.Es la primera vez que tomo contacto con el mundo distópico, y me he disfrutado intentando escribir algo sobre el tema y leyéndote.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 22:23
  8. 9. beba dice:

    Hola, Pepe:
    Muy buena tu historia, como siempre; me gustó. Me acordé de”La Cantata de los Diablos” de Marcos Aguinis. Como buena vieja “moralera”me fui a pensar en el ocio estéril que vive disfrazado de “nuestro tiempo libre” en tantos artilugios prescindibles, y ahoga la cratividad y el empuje.
    Pim, pum.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:32
  9. 10. André Effroi dice:

    Hola, Pepe.

    Excelente obra. El relato cumple perfectamente con el reto, y ademas, engancha con facilidad al lector. Tengo que admitir que me ha gustado, es de esa ciencia ficción con toques de horror que tanto me gusta a mi. Por cierto, la frase del final “Soy Wells, tu silla favorita, quiero ser tu amiga” me recordó mucho a las peliculas de “Child´s Play”.

    Un saludo y nos leemos en el próximo taller.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:13
  10. 11. Anacinta M.T. dice:

    Hola Pepe :
    Muy buena la historia de la silla asesina.
    Tu relato me ha gustado bastante.
    Sólo decirte que yo separaría los párrafos para que la lectura fuera más atrayente.Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 22:14
  11. 12. Yoli L dice:

    Hola Pepe, hasta ahora no había tenido el gusto de leerte, me gusta tu relato, bien hilado, con ritmo, buena escritura y además pone a pensar (alguien está tocando a mi puerta, ahora no se si abrir 🙁 ).

    Decirte sobre los párrafos, en mi caso me es más fácil la lectura cuando se separan, te dejo información al respecto http://dianapmorales.com/2015/10/blog/redaccion-cuando-debe-terminar-un-parrafo/

    Agradezco tu visita y comentarios a mi relato Ciconia distopica https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7926

    Saludos
    .•:::•
    ..-*-..(¯`•´¯)..-*-..
    `•..•´’`•.¸.•´’`•..•´

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 22:32
  12. 13. amadeo dice:

    Pepe:
    Felicitaciones por como llevas el texto de algo tan lindo, útil y fantástico a algo tan nefasto y horrible.

    Al principio pensé: Qué lindo sería tener una silla así, para los que la necesitan… Pero hay que cuidarse!! A v veces la tecnología es traicionera o actúa por su cuenta. No falta tanto

    Un saludo
    Estoy en el 104 por si quieres leerlo y comentar

    Me gustó

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 23:09
  13. 14. Charola dice:

    Hola Pepe!

    Genial tu relato. Me gustó mucho. De mucha imaginación y muy bien llevado. Una silla asesina con iniciativa propia. Wowww!

    Solo hay un párrafo que me chirria:
    “cerraba los orificios bucales y nasales provocando la muerte por ahogamiento”. Podría ser: cerraba los orificios nasales y el bucal provocando la muerte por asfixia. (ahogamiento generalmente es con agua).

    Y para que tu texto quede más estético dale un espacio después del punto aparte. ¡Oh! Creo que ya te dijo Anacinta.

    Felicitaciones. Un texto fuera de lo común. Excelente.

    Un abrazo.

    Estoy en el 131, me encantaría tu opinión.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 02:39
  14. 15. PEPE ILLARGUIA dice:

    Gracias queridos visitantes del pasado.
    Sobre los párrafos que comentan Anacinta, Yoli y Charola: en un principio estaba estructurado sin puntos aparte y para hacer el texto menos pesado (tiene exactamente 750 palabras) se me ocurrió meterlos, pero como está redactado como un informe, en realidad no son necesarios.
    Gracias Amadeo, por tu visita, eres junto a Osvaldo, de los que comentan sobre esa silla, y debo decir que este escrito es una parte de mi novela TEN, LOS VIAJEROS DEL TIEMPO, en proceso de reflexión y depuración.
    Si alguno está interesado en leerla y comentar me la puede solicitar a mi correo privado 157ponce@gmail.com

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 12:34
  15. 16. Marcelo Kisi dice:

    Querido Pepe, este es Marcelo escribiéndote desde el pasado, desde tu relato anterior estoy tan cansado de estar aquí parado esperando que esta fiesta de fantasmas termine, que ya me duelen los pies. Conoces alguna silla cómoda en donde me pueda sentar?

    En resumen excelente relato y excelente tu arte de llevarnos entre un relato y otro por caminos tan diversos elevando nuestra cultura en materia de idioma y referencias literarias. Lo disfruté muchísimo y aquí estoy sacándome el sombrero y brindando a tu salud!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 12:10
  16. 17. K. Marce dice:

    Saludos Pepe:

    Gracias por leer y comentar mi texto del mes.
    ¡Vamos que sí es una distropía! ¿Quien pensaría que un aparato X se convertiría en enemigo No.1 de la sociedad?
    Me ha recordado a “Yo, Robot” de Asimov, en donde se les olvidó implantar las tres leyes de la robótica, y también me hizo recordar a la película: “I.A. Inteligencia Artificial”, en donde sustituimos la conexión humana por un robot. Porque es triste pensar que los niños y los ancianos quedan en manos de las máquinas, cuando deberían estar rodeados del afecto y cuidados de sus padres e hijos. Cosas que espero nunca pasen en el futuro.

    Por lo demás, no me he concentrado en buscarle pegas gramáticales, que para mí no fueron notorias. Disfruté la lectura, con una extensa explicación de la “silla”; pero lo acepto porque es la protagonista de la historia.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 21:18
  17. 18. Vespasiano dice:

    Hola Pepe:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    El tuyo me ha parecido ingenioso creando una silla al estilo del Doctor Gachet, pero yo por deformación profesional hubiera mejorado el diseño. ¡Es broma, vale!

    “La silla era alta, liviana”. La silla alta para una persona disminuida, no me parece la medida más apropiada, pero no me lo tomes en serio..

    “acerinio”. Me ha gustado la nueva aleación de metales que has creado: “acero, iridio y aluminio”.

    “los cuales morían con una frecuencia inaudita, por fallos de corazón, o por asfixia”
    En uno de estos dos casos especificados, quedaría incluida la forma de morir que has descrito así: “En algunos casos, la silla rodeaba con sus apoyabrazos al sujeto sentado; con el izquierdo inmovilizaba los brazos y, mientras tanto, con el derecho, cerraba los orificios bucales y nasales provocando la muerte por ahogamiento”. Sin embargo creo que te has precipitado o no has querido repetir lo de asfixia, y has escrito “ahogamiento”.

    Bueno para no rizar más el rizo, te diré que además de original tu historia me ha resultado entretenida y aunque no entiendo de viajes en el tiempo. no me parecería ninguna locura que estas cosas extraordinarias pudieran ocurrir.

    Aunque yo no me montaría en ninguna máquina voladora con destino a ninguna parte.

    Felicidades.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 22:03
  18. 19. Carolina Tribó dice:

    Hola Pepe!!

    Primero de todo, gracias por tu visita.

    Creo que antes no te había leído, pero a partir de ahora serás lectura obligada. Tu relato es fantástico. YO hubiera comprado la silla antes de convertirse en asesina, jaja.

    Te felicito. Me has alegrado la lectura.

    Un saludo!!

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 15:32
  19. 20. Pepe Illarguia dice:

    Gracias amigos, creo que tenemos recién salidas de fábrica unas cuantas sillitas con unos nombres grabados en el respaldo: Marcelo, K.Marce, Vespasiano y Carolina. Esto es el futuro. Abrazos.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 21:20
  20. 21. Mancebo dice:

    Hola Pepe,

    Primero darte las gracias por pasarte por mi relato. Segundo felicitarte por que el que siembra recoge y parece ser, por la cantidad de comentarios que acaparas, que ya has reunido una gavilla de lectores en este blog.

    En cuanto a tu narración distópica, me ha sido grato leerla. Es original y un poco acongojante. Sillas con vida propia. El modelo tipo crónica periodística, policial, me parece acertado. Nos metes en la historia hábilmente hasta que se genera el conflicto silletero que infunde temor y presagios nada halagüeños. Manejo del idioma y utilización de referencias literarias que me dejan circunspecto.

    En cuanto al cabo suelto que dejas al final, me refiero a la posible salvación de alguna de estas sillas, no sería mala idea utilizarlas para un diabólico baile de las sillas en pleno siglo XXI. Aunque en este caso el riesgo lo acapararían los que lograran sentarse, mientras que el que se quedara de pie, lejos de perder la partida, estaría a salvo.

    Elucubraciones mías. Escribes muy bien. Seguiré leyéndote cuando tenga ocasión.

    Saludos.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 18:42
  21. 22. PEPE ILLARGUIA dice:

    Gracias Mancebo, un buen comentario el tuyo, ese del juego de las sillas, aunque si lo maquinas al revés las sillas son las que juegan y te eligen, van eliminándose las sillas jugadoras y al final solo una es la vencedora, la verdad que da para un relato macabro.
    La frase de la silla del relato es un homenaje a Misery de Stephen King cuando dice la cruel enfermera: “Soy Annie, tu fan número uno”.
    Saludos compañeros.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 19:56
  22. 23. Henar Tejero dice:

    Hola Pepe,
    Muy buena tu historia en la que el hombre crea una silla tipo robot y al final puede con el creador.
    Se ve el tono de terror creado.
    Muy bien descrito, aunque me ha costado un poco el viaje en el tiempo.
    Me ha gustado el final con esa frase aterradora de la silla.
    Felicidades!!!
    Un saludo.

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 12:08
  23. 24. Laura dice:

    Hola Pepe.
    Gran historia.
    Simplemente felicitaciones. Me llevó a la risa el que la silla toque el timbre presentándose y le haya que mirar las patas. Sublime.
    Hasta el próximo relato

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 11:37
  24. 25. Pepe Illarguia dice:

    Henar, el nombre de Frankleinstein, ya nos da una idea del engendro.
    Laura, es casi como las viejas leyendas en las que ves la pata de cabra y lo mejor es salir corriendo, aunque luego te dejen la huella en medio de la puerta.
    Un saludo, y a por la escena 45.

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 18:37

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