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Los paraísos perdidos - por Marcelo Kisi
Web: http://www.contarelcuento.wordpress.com
Era más que un simple robot. El anuncio, debajo del puente ferroviario, decía: "Con Rupert, conocé por fin a tu ser más querido", y supe que era para mí. ¿Qué ser desconocido podría ser más querido por una, que el que una misma ha matado?
El local, en un suburbio extraño, no tenía esa clásica estética de alta tecnología. Una señora antipática tecleaba en una Remington del siglo veinte. A quemarropa, después del nombre, me preguntó cuándo había abortado.
―¿Cómo sabe que aborté?
―Mirá a tu alrededor, corazón.
En esa sala, en efecto, no había más que mujeres. Las había adolescentes, pero también ancianas. Cuando me volví, la empleada vio mis lágrimas y puso los ojos en blanco, impaciente.
―El dieciocho de octubre de 2137 ―dije―. ¿Rupert solo recupera chicos abortados?
―No ―dijo ella, con sonrisita irónica―, pero el servicio es demasiado caro. Y prohibido. Las mujeres que abortaron no se aguantan, y la culpa abre los bolsillos más estrechos. Bueno, basta. Entrá por ahí.
Pasé a otra sala. En el medio estaba Rupert, que al verme sonrió, y me indicó que me sentara frente a él. Me tomó de las manos y me invitó a relajarme.
―Cerrá los ojos… Quiero presentarte a Agustina. Ya ha crecido y es hermosa, te felicito.
Su felicitación me sonó a una ironía macabra y cruel, pero qué sabía un robot. Me quejaría después en recepción. Era 2153, así que Agustina debería tener dieciséis años.
―Mamá, ¿me queda bien así?
Me vi a mí misma con una escoba en la mano, barriendo vidrios rotos en una cocina extraña. Me di vuelta y la vi. Tenía un vestido floreado hasta por encima de las rodillas. Iba descalza.
―¡No entres, hay vidrios!
―Está bien, ma, qué histérica. No tengo tiempo, ya vienen los chicos a buscarme. ¿Cómo me queda?
Me la quedé mirando, ahora con más calma. Mi hija era, hubiera sido, una belleza.
―¿Y? Dale, ma. ¿Qué te quedás mirándome?
―Te queda bien… muy bien… pero ponete algo en los pies.
―Más bien, ma. Qué pesada que sos…
Se dio vuelta y se fue a su cuarto. A los pocos minutos bajó otra vez las escaleras de esa casa desconocida, lista para salir. Cuando me asomé a la sala, vi un hombre leyendo algo en una pantalla. Cuando Agustina bajó, lo saludó con un beso.
―Chau, pa.
―No vuelvas tarde, amor.
―Es una peli y después pizza, nada serio. No te preocupes. Igual te llamo, a ver si me podés pasar a buscar. Si no, me arreglo. ¡Chau, ma!
Levanté la mano llorando.
―Chau, hija…
Ahí estaba todo, no solo mi hija abortada, también un mundo entero, perdido de antemano. Las probabilidades no habían estado a mi favor. Yo iba a la escuela y me enganché con Miguel, mi embarazo fue demasiado para él, y no lo soportó. Los dos éramos chicos, pero yo me quedé sola con la decisión.
Rupert me hizo regresar.
―Necesito volver. El folleto decía una hora.
―Puede ser una vida. Por un pago adicional te puedo transportar allá para siempre. En esa línea probabilística sos arquitecta. Simón, tu marido, es juez, tu hija sobresale en los estudios, y tuvieron dos hijos más. Pero será definitivo.
Yo era soltera y trabajaba de supervisora en un supermercado, a salario mínimo.
―¿Puedo tomarme unos días para pensar, despedirme de mis padres?
―No. ¿Pero para qué? Tus padres existen en esa otra línea también, y allí podrás ayudarlos mejor.
No cabía duda, Rupert necesitaba algunos ajustes en su sentido del tacto. Mis padres en esta "línea", como la llamaba él, sufrirían horrores, y harían campañas en los medios para localizarme.
―Te puedo dar diez minutos ―continuó― para que te despidas por realidad virtual y hagas el pago correspondiente. Lo siento, pero hay mucha gente esperando.
Así, dejé mi mundo y volví a la escena del nuevo hogar, donde mi culpa no existía. Agustina en una salida, mi marido leyendo, una casa armónica, de alta clase media. La tecnología me estaba dando una nueva oportunidad. La responsabilidad por las decisiones irreversibles quedaba abolida. Uno podría corregir abortos, carreras, asesinatos y hasta tatuajes. No era casual que Rupert fuera un robot clandestino.
Terminé de juntar los vidrios y me dispuse a ir a la sala a conocer a Simón. Pero él se me adelantó. Cuando dejé la escoba, levanté la vista y lo tenía frente a mí.
―¿Cuántas veces te dije que tuvieras cuidado con la vajilla?
La primera bofetada no me dolió tanto.
Genial Marcelo , como siempre. Imaginativo y con un final sorprendente y desgarrador.
Solo desearte larga vida como escritor y que sigas deleitandonos con tus relatos 🙂
Gracias por tus comentarios a mi texto
Nos leemos!
Hola Marcelo,
Muy buen relato, como ha dicho Patricia el final es inesperado y muestra la importancia de la decisiones que tomamos así como su irreversibilidad.
El estilo es muy fluido y no cuesta leerlo para nada.
Enhorabuena!
Este es mi relato, me encantaría que pudieras pasarte y comentar:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8589
Gracias Patricia e Ignacio por vuestros comentarios! 😀
Hola Marcelo,
Te devuelvo la visita. Gracias por tu amable comentario. Esta vez das muestra de una imaginación desbordante, hasta inventarte vidas paralelas en cuyas encrucijadas regula el tráfico un robot. En el mundo de tu relato los errores se pagan cualquiera sea la vía elegida, el karma es cruel e ineluctable. Un robot clandestino, en un mundo mercantil que explota el dolor de los seres humanos,donde hagas lo que hagas vas a perder… ¿no es esta una parodia descarnada de nuestro mundo?
Hola Marcelo, que forma la tuya de entretejer las letras para contar una historia.
Tus divagares, por el pródigo tintero de tu escritura, entre recuerdos de los pecados cometidos y el futuro de una exhoneración virtual le dan vida a un relato atrayente.
La tentación de un indulto con solo firmar, cumple con una enseñanza de vida. La que se equivoca en una decisión una vez, se volverá a equivocar.
Te felicito. Nos seguimos leyendo.
Admiro tu capacidad de fabulación.
Me encantó!!! Me gusta mucho cómo le das vida a cada personaje y el lenguaje directo que usás.
Veo que en 2153 el capitalismo continúa vigente, manteniendo la clandestinidad de sus más grandes negocios. Muy profundo el relato, me quedo reflexionando…
Hasta la próxima!
Hola Marcelo
¿Qué decirte? que me encanta como escribes, tus relatos encierran experiencias de vida, que es de esperar trasciendan a quien las lea, sea para sí o para dar consejo.
Este relato es exquisito, con una enorme enseñanza, se precipitó dos veces en tomar decisiones, sin vuelta atrás, ¡que fuerte!
Me encantaría que pudieras pasarte y comentar mi relato
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8495
Un abrazo
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Hola Marcelo.
Al igual que los comentaristas anteriores no tengo más que elogios, por la originalidad de tu historia y tu buen hacer con las letras.
Tal vez yo sí imaginaba que todo era demasiado bonito para ser verdad, en alguna parte tenía que estar la trampa. Comparo a Rupert con el diablo, siempre al acecho de almas débiles y atormentadas, salvo que en esta ocasión a él, personalmente, no le interesan las ánimas más que a su dueño el dinero.
Te felicito una vez más por tu trabajo.
Nos leemos.
Marcelo, querido, se ve que te ha sentado bien escribir “Hotel Paradise”, este relato está en su misma línea y podía servir para “Hotel Paradise II”, ahí lo dejo, jeje.
Ya sabes que cuando escribes “en argentino” no corrijo, de todas formas me he metido tanto en el relato que no me he puesto en “modo corrector” en ningún momento. Eso es un piropo, que conste.
Magnifico final. Felicidades.
No me busques que este mes no he participado. Tú sigue escribiendo, por favor.
Una historia genial, bien escrita e hilada, y que se percibe totalmente natural (y actual) a pesar de estar ubicada en 2153. Enhorabuena.
Muy buen relato, muy fluido. Un relato que siendo futurista no se siente irreal, rescata la esencia del amor más puro que pueda existir, el amor materno.
Hola Marcelo,
Muchas gracias por tu visita y comentario, siempre tan bienvenidos.
Tu historia, espléndida como siempre. Me ha absorbido. Como siempre, me quedo admirado de tu capacidad de hilvanar una muy buena historia, con su contexto, sus personajes profundos y su final cerrado, en tan poco espacio. Y además con ese estilo tan natural que te caracteriza. El final, genial.
Un abrazo,
Edu SC
Hola Marcelo Kisi:
He empezado tu relato con un nudo en el estómago. Me pongo en esa situación y no sé si podría soportarlo.
Después, cuando el robot le da la posibilidad de continuar su vida, parece que todo se va a arreglar pero, y esto sí que no me lo esperaba para nada, resulta que esa otra realidad no es necesariamente mejor.
Das mucho que pensar y la verdad es que es muy difícil conseguirlo. Te felicito.
¡Nos leemos!
Hola, Marcelo!
Qué relato tan genial. Me dejaste sin palabras. Ese final tan bueno y a la vez tan oscuro que a uno lo deja pensando. ¡Vaya! ¿Alguna vez aprenderé a escribir aunque sea la mitad de lo bien que escribes?
Felicitaciones.
Estoy en el 42
Ese final tipo deseo con consecuencias al estilo pata de mono es muy bueno
Que final más bueno, Marcelo. Me ha encantado el mundo que has dibujado y la historia con la que lo has hecho. Un abrazo.
hola me parece muy complicado el hacer hablar a los personajes asi que me encanta tu facilidad de hacer una narracion tan ligera y con un final insospechado.
con mi robot no estoy en este ejercicio lo deje descansar, la proxima vez sera. saludos
Gracias amig@s querid@s por su lectura y sus comentarios!! Alegran el alma y alimentan el entusiasmo.
Obvio que voy a devolver todas las visitas, aunque me lleve tiempo.
Gracias a ortzaize y a Cryssta (que no publicóaron este mes) y de antemano a los que pasen por aquí.
Abrazos!!
Uf, amigo, ¡qué relato!
Tus cuentos son viscerales, en todo el sentido de la palabra. Éste puede hacerle frente a Black Mirror sin ningún problema. Mis más grandes felicitaciones, por supuesto. Está escrito con la maestría a la que ya nos tenés acostumbrados.
¡Un saludo!
PD: mi relato del mes (“No requiere el uso de pilas”) es mucho menos interesante, pero quizás quieras darte una vuelta:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8425
Marcelo: Excelente, me encantó la historia; pero sobretodo me gustó el hecho de como “muestras” este mundo, cosa que me venía faltando en los relatos distópicos que leí. Me encanta tu estilo, uno tiene ganas de seguir leyendo. Espero puedas pasar por mi relato, soy Piquillín nº78.gracias.
Síiiiiiii!
Como siempre.
Chapeau.
Un abrazo
Hola Marcelo. Vaya relato de lo que representa el sentimiento de culpabilidad cuando una mujer tiene que abortar y que llegue hasta el extremo de querer morir, para vivir junto a la hija que no tuvo. te felicito de veras. Un saludo
Hola Marcelo.
Genial relato. Lo disfruté muchísimo, bien estructurado y con un final excelente.
Me quito el sombrero.
Felicidades.
Hola Marcelo, creo que te he leído poco. Eso va a cambiar.
Qué buen relato has escrito. A quién no le gustaría tener el poder de borrar sus culpas. El mundo que has inventado borra culpas, pero trae otros sufrimientos…. Yo esperaba alguna luz de esperanza por alguna parte, más allá de esa bofetada. Si leo para evadirme me gustaría vislumbrar ese tipo de luces en lo que leo. Luces de perdón, remansos de paz…
Felicidades! Un gran relato!
Gracias nuevamente a todos, de a poco poniéndome al día, voy a llegar a todos y cada uno!
LUNACLARA: Gracias por tus palabras! Puede ser que lo que me sale contar son los desgarros del mundo. Pero no vayas a creerque todos mis relatos son sin luces al final de los túneles, tengo algunos relatos con final un poco más esperanzador (no muchos 😉 ) Te invito a leer este, por ejemplo, que también se originó en el taller:
https://contarelcuento.wordpress.com/2017/04/16/yo-el-salieri-de-felipe/
Abrazos y te leo pronto!
Hola, Marcelo
Me uno al sentir de todos los comentarios. El relato está tan bien escrito que uno se deja llevar con gusto por tu ficción.
El título tiene un trasfondo que aporta ironía y desde luego aún más rotundidad a la frase final.
¿Y esta preguntita?: “¿Qué ser desconocido podría ser más querido por una, que el que una misma ha matado?” Nos das en la frente con ella, de chocante pasa a ser el gancho que nos atrapa para seguir y aclarar tamaño desconcierto.
Me gusta como retratas los personajes con pinceladas clarividentes, como la señora de la Remington y sus “ojos en blanco”, qué indeseable. También me ha gustado el primor con el que describes a la “hija” con su vestido de flores, descalza, y cómo aflora su vena maternal para que no se corte los pies.
Me ha gustado la trama, dónde colocas y cómo dosificas la información.
Me ha gustado la metáfora “la culpa abre los bolsillos más estrechos”. Pero sobre todo me ha gustado el mensaje del relato. Yo soy muy refranera, no le vendría mal aquí un “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” o “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”.
También he sentido humor, me ha hecho gracia lo de los tatuajes: “Uno podría corregir abortos, carreras, asesinatos y hasta tatuajes”. Nunca he entendido el asunto “tatuajes”.
En los dos relatos de ciencia ficción que hemos escrito en este taller, no me he atrevido a situar una fecha de ubicación al futuro. Qué difícil es, en las películas que he visto las omiten, será coincidencia que ahora me fijo, es que me resulta demasiada predicción.
Un abrazo, compañero, y hasta la próxima
Hola, Me impactó mucho tú relato, ni en el 2153 estará resuelto el problema de la violencia, qué triste. El relato mantiene la atención hasta el final y luego da una buena bofetada a los lectores, no lo esperaba. !GENIAL!
Hola, Marcelo.
Me encanta tu relato, está muy bien escrito. Describes muy bien el como la protagonista se siente culpable de haber abortado.
El final ha sido impactante, me gusta.
Si quieres leer el mío, soy el 144.
Saludos.
Hola Marcelo, decir que la historia me impactó, es poco. Cuando lo leí, me quedé pensando que admiro realmente tu trabajo, porque no sólo es una historia muy bien escrita, sino que es el reflejo de las decisiones mas erradas de la humanidad.
Simplemente genial. Saludos
¡Soberbio, Marcelo!
No sé que decir porque aún tengo los pelos de punta.
Al principio la frase “¿Qué ser desconocido podría ser más querido por una, que el que una misma ha matado?” me desconcertó bastante porque no entendía su significado. La releí unas cuantas veces hasta que decidí continuar a pesar de todo.
Luego, según iba avanzando en la lectura, me empezó a cuadrar todo a la vez que me iba metiendo más y más en la historia.
Me han gustado muchas cosas de tu relato de este mes:
-Me encanta que, a pesar de dotar de voz argentina a tus personajes, no es algo que traspase al narrador. Y eso que, en este caso, estaría justificado al ser la protagonista la misma narradora. A mí me gusta no ver al escritor metido en la narración y esa separación que tu haces me parece todo un esfuerzo. Gracias.
-Tu técnica es impecable. Nada que decir.
-El tema se las trae. Es profundo, controvertido. Pero es que tú vas más allá y exploras el interior de esa mujer, su sentimiento de culpa y arrepentimiento.
-Le has dado una vuelta de tuerca impresionante al robot. Un gran ejercicio de imaginación.
-La profundidad del texto va más allá de tus propias palabras porque planteas un mundo en el que pueden coexistir varias vidas, en las que además se puede elegir. Con todas las consecuencias. Da mucho qué pensar.
-El final apoteósico. No podía ser todo tan bonito. Y desde luego no lo fue. El c… del robot, como un comercial del siglo XXI, de los que no te dejan pensar para que pagues lo que te ofrecen. Así de crueles son las decisiones del ser humano. Sea cual sea la que tomemos parece ser que siempre habrá algo negativo.
-Tu relato de este mes son de los que se quedan con el lector después de terminarlo. Creo que hoy me va a acompañar a donde quiera que vaya porque me ha dejado la cabeza dando vueltas. Y eso es bueno, muy bueno.
En fin Marcelo. Que me quito el sombrero ante tu profesionalidad. Un gusto y un regalo tenerte entre nosotros.
Este mes no me encontrarás en el listado porque metí la pata al enviar el relato. Le cambié el orden a las palabras de la frase inicial y se quedó fuera.
Si te apetece ver cómo quedó puedes pasarte por el blog en donde voy colgando algunos de los trabajos:
https://jeanivesthibauth.wordpress.com/2017/10/18/ego-me-absolvo/
Lo había hecho con reto opcional y todo.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Hola Marcelo: he leído atentamente tu relato. Lo inicias con una pregunta que ni el más sagaz de los lectores puede entender. Y eso crea curiosidad. Con técnica muy correcta nos vas introduciendo en una historia original y muy interesante: esa curiosidad por saber lo que hubiera ocurrido al cambiar nuestro destino. Quien no ha pensado alguna vez en ello? Si en lugar de la decisión elegida hubiéramos tomado otra?
Un tema que puede aplicarse a cualquier otra situación.
Me uno al aplauso colectivo, Marcelo.
Un saludo